Cada construcción es un proyecto para el cual hay que desarrollar la idea, elaborar los documentos técnicos, definir las especificaciones de la construcción, elaborar un presupuesto acorde con las especificaciones establecidas considerando los materiales y sus costos, contratistas, mano de obra, etcétera. Considerar los tiempos de entrega en cada etapa de la construcción.
Por si todo lo anterior fuera poco, se tiene que Identificar, Evaluar y minimizar el Riesgo, tanto económico, como en términos de seguridad, y varios más dependiendo de las restricciones y reglamentos correspondientes en cada ciudad o país. El Director de Proyecto mantendrá todo esto bajo control, como el presupuesto y los tiempos de entregas, al mismo tiempo que genera los procesos para la adquisición de los mejores proveedores para el proyecto, de una forma muy diferente de la comisión que veíamos anteriormente.
El control del presupuesto pasa también a ser responsabilidad del director de proyecto, para que elabore un pronóstico del coste final, alineado con los objetivos del proyecto y desarrolle un proceso continuo de ingeniería de valor que permita al promotor analizar alternativas frente a las desviaciones y cambios. Además de todo esto, asegurará de que los inversores y accionistas de las empresas para quienes trabaja queden satisfechos con el proyecto.